A la hora de hacer una exportación o una importación de mercancía, una de las variables determinantes del coste es el peso tasable. Este peso no siempre va a coincidir con el peso real de la mercancía. Por eso hay que saber calcularlo de forma correcta, para evitar sorpresas en el precio del servicio.
A veces, un envío puede pesar muy poco, pero ser muy voluminoso y ocupar mucho espacio en la bodega. Por el contrario, en otras ocasiones un paquete muy pequeño puede llegar a ser muy pesado. Como es obvio, no es lo mismo transportar el primero que transportar el segundo. Por eso, para calcular el peso del envío no se utiliza el peso real, sino el peso tasable.
El peso tasable es una de las variables usadas en el transporte internacional para determinar los kilogramos por los que se va a tasar un envío. Es decir, el precio facturable del servicio depende de este concepto. Cada modalidad de envío (marítimo, aéreo o terrestre) utiliza una forma distinta de calcularlo. En resumen, el peso tasable es el mayor entre el peso real de la mercancía y su peso volumétrico. Por lo que primero hay que calcular este nuevo peso.
El peso volumétrico calcula cuánto equivale en kilogramos el volumen que ocupa la mercancía. Es una medida de densidad: calcula el espacio que ocupa la mercancía en relación a lo que pesa. Para hacer este cálculo, hay que tener en cuenta el tipo de transporte que se va a contratar.
Para calcular el peso volumétrico en un envío terrestre, lo primero que hay que tener en cuenta es si la mercancía es remontable o no, porque el cálculo variará en función de ello. Que una mercancía sea remontable significa que se le puede cargar otro bulto encima. Esto conlleva varias características: el embalaje protege muy bien la mercancía, resiste el peso y su parte superior es plana y uniforme. Como normal general, se considera que una mercancía es no remontable si tiene una altura superior a 120 cm.
Si la mercancía es remontable, su peso volumétrico se calcula con la siguiente fórmula:
Peso volumétrico (kg) = Volumen (m3) x Factor de conversión (m3/kg)
Los estándares de mercado dictan el factor de conversión en:
Si la mercancía es no remontable, la tasa se calcula sin tener en cuenta la altura de la mercancía, como si ocupara toda la altura del camión. Para calcular el peso volumétrico se utilizan los metros lineales (LDM): la base de la mercancía dividida entre el ancho del camión. Lo habitual es que el ancho del camión sea de 240 cm. La fórmula sería la siguiente:
Peso volumétrico (kg) = LDM x Factor de conversión (LDM/kg)
Es decir:
Peso volumétrico (kg) = Largo (m) x Ancho (m) x Factor de conversión (LDM/kg)
Los estándares de mercado dictan el factor de conversión en envíos no remontables en:
Ejemplo de cálculo para un envío terrestre
Se quiere hacer el envío terrestre de un palé europeo remontable que tiene una altura de 100 cm y un peso de 500 kg. El envío se va a realizar a otro país dentro de Europa. Lo primero es calcular el peso volumétrico con la fórmula de antes:
Peso volumétrico (kg) = Volumen (m3) x Factor de conversión (m3/kg) = 1,2 x 0,8 x 1 x 333 = 319,68 kg
El peso real del envío es de 500 kg, mayor que el peso volumétrico (319,68 kg). El peso tasable será de 500 kg, el peso real, por ser el mayor de los dos.
Para los envíos aéreos se utiliza la misma fórmula de cálculo de envío volumétrico que para los envíos terrestres remontables, es decir:
Peso volumétrico (kg) = Volumen (m3) x Factor de conversión (m3/kg)
En este caso, el factor de conversión varía: es de 176 kg/m3.
Ejemplo de cálculo para un envío aéreo
Queremos enviar un palet europeo desde España a Canadá. Su altura es de 120 cm y pesa 150 kg. El peso volumétrico lo calculamos con la fórmula que acabamos de mencionar:
Peso volumétrico (kg) = Volumen (m3) x Factor de conversión (m3/kg) = 1,2 x 0,8 x 1,2 x 167 = 192,38 kg
En este caso, el peso volumétrico (192,38 kg) es mayor que el peso real del envío (150 kg). En este envío el peso tasable se corresponde con el peso volumétrico.
En el caso de los envíos marítimos, este cálculo es mucho más sencillo. Como el factor de conversión es de 1 tonelada por metro cúbico, lo único que hay que hacer es comparar el volumen de las mercancías con el peso real en toneladas. El más elevado de los dos es directamente el peso tasable del envío.
Ejemplo de cálculo para un envío marítimo
Queremos enviar un palé europeo desde España a México en barco. Su altura es de 170 cm y pesa 600 kg. Lo primero que hay que hacer es calcular el volumen del envío:
Volumen (m3) = Largo (m) x Ancho (m) x Alto (m) = 1,2 x 0,8 x 1,7 = 1,63 m3
Cuando ya se tiene el volumen, se compara con el peso real en toneladas:
En este ejemplo, el volumen es mayor que el peso, por lo que el envío se tasará por el volumen.
Con la información explicada sobre cómo se obtiene el peso volumétrico de los envíos, será más fácil evitar sorpresas y calcular cuánto costará enviar la mercancía sin importar a dónde vaya.